Tercia crucial para apuntalar el precio del petróleo: Arabia Saudita, Rusia y EU

La afirmación de Donald Trump de que los productores de petróleo harán grandes recortes en la producción de petróleo ayudó a impulsar los precios del crudo por encima de los 30 dólares por barril, desde el mínimo de 18 años. El precio de referencia del Brent subió 35 por ciento este fin de semana, afirma un análisis de Financial Times

Mientras tanto, Arabia Saudita convocó una reunión de emergencia del grupo ampliado de la OPEP, que incluye a Rusia, en una indicación de que podría estar listo para poner fin a la guerra de precios que ha contribuido al desplome de las cotizaciones en último mes.

Pero los analistas se preguntan si realmente se puede llegar a un acuerdo global y si marcará una diferencia en las perspectivas del mercado, frente al coronavirus .

Recortar producción

Trumpafirmó que hubo un acuerdo entre Arabia Saudita y Rusia para reducir el suministro de petróleo de 10 a 15 millones de barriles por día. Ese sería, con mucho, el mayor corte en la historia de la OPEP. Pero Rusia niega haber aceptado ese acuerdo. La OPEP y Rusia se estarían preparando para reunirse el lunes, después de que el efecto del coronavirus redujo  la demanda de petróleo hasta en un tercio, o más de 30 millones de barriles por día, por lo que existe un fuerte incentivo para llegar a algún tipo de acuerdo.

La industria petrolera nunca ha enfrentado un colapso en la demanda de la magnitud infligida por esta enfermedad, y está mal equipada para hacerle frente. Si bien la producción sigue siendo elevada, los tanques de almacenamiento podrían llenarse en cuestión de semanas, forzando un cierre de producción desordenado y perjudicial.  Los productores estadunidenses de petróleo han sido particularmente afectados. Whiting Petroleum, un grupo con sede en Denver, se declaró en bancarrota esta semana. Los rendimientos de los bonos emitidos por productores rivales se han disparado, ya que los inversores esperan más quiebras. Eso ha llevado a una perspectiva que alguna vez fue impensable: que Estados Unidos participe en recortes de producción junto con productores rivales.

Posición de Estados Unidos

Está lejos de ser sencillo. La ley antimonopolio en el país restringirá la capacidad de las empresas para trabajar juntas para reducir la producción, incluso si una cantidad suficiente de ellas quisiera hacerlo.

Muchos en la industria, especialmente los grandes, como ExxonMobil, se oponen profundamente a la coordinación, tanto por razones ideológicas como económicas. Pero está claro que, con o sin acuerdo, es probable que la producción de petróleo de Estados Unidos disminuya.

Las empresas también están recortando gastos, lo que naturalmente conducirá a una caída en la producción. Por lo tanto, podría haber una tentación de formalizar esta eventual caída en la producción como la contribución de Estados Unidos a un acuerdo de suministro global. Incluso si los precios aumentan rápidamente, los productores estadunidenses en su conjunto seguirán bajo presión, ya que necesitan al menos que el precio llegue a 45 dólares por barril para alcanzar el punto de equilibrio.

La Comisión de Ferrocarriles de Texas, que regula la industria del petróleo y el gas en el mayor estado productor de energía, ha mantenido conversaciones con el secretario general de la OPEP, Mohammad Barkindo. El jefe de RCT, Ryan Sitton, describió los recortes de producción, que eran relativamente comunes hace medio siglo, como una «moneda de cambio que podemos llevar a la mesa».  Sitton le dijo al Financial Times que Barkindo lo invitó a la reunión de la OPEP, aunque no está claro si alguien representará a Estados Unidos en las conversaciones.

Trump se reunirá con las compañías petroleras estadunidenses este viernes. ¿Podría un acuerdo elevar los precios?  Sí podría, pero probablemente no por mucho. Es probable que un acuerdo tenga como finalidad evitar un nuevo colapso de los precios, en lugar de impulsarlos significativamente.  Per Magnus Nysveen, de Rystad Energy, consideró que un corte de aproximadamente 10 millones de barriles por día daría a la industria petrolera «espacio para prepararse» para paradas que se verían forzadas de todos modos una vez que se agotara el almacenamiento.  «Esto dará tiempo suficiente para que el resto de los productores se adapten», dijo Nysveen. «El mercado podría equilibrarse a precios superiores a 30 dólares por barril, en lugar de un colapso completo [a] alrededor de 10 dólares o incluso más bajo».  No todos los productoress están convencidos. La  caída de la demanda significa que un acuerdo puede retrasar lo inevitable. Mucho descansa en la pandemia del coronavirus. Si los efectos se extienden  hasta el verano, el impacto de cualquier corte podría desvanecerse rápidamente.

 ¿Rusia entrará al juego?

Fue decisión de Moscú retirarse de una oferta para hacer recortes de producción más profundos a principios de marzo, lo que llevó a Riad a lanzar la guerra de precios. Pero un mes después, ¿Rusia ha cambiado de opinión? Hay razones para sugerir que podría ser tentado.

Todos los productores enfrentan precios muy bajos y continúa la amenaza de que en algún momento tendrá que reducir la producción de todos modos.

Rusia ya está luchando por colocar todo su crudo en el mercado. El presidente ruso, Vladimir Putin, se reunirá con los jefes de las compañías petroleras rusas el viernes por la tarde para planificar una respuesta, dijo su portavoz.

Moscú puede calcular que el cierre desordenado de la producción infligiría un mayor dolor a la industria del esquisto de Estados Unidos, dejando a compañías como Rosneft mejor ubicadas una vez que se recupere la demanda.

Arabia Saudita comenzó esto. ¿Lo terminará?

Riad lanzó la primera salva en la guerra de precios hace un mes cuando recortó sus precios del petróleo y anunció que estaba liberando sus reservas. Ha insistido en que no volverá a recortar la producción  a menos que otros lo hagan. Pero bajo la presión de Estados Unidos, y con el sufrimiento de su reputación internacional, podría estar listo para una tregua.

El reino árabe tiene uno de los costos de producción más bajos del mundo, pero está lejos de ser inmune al colapso de los precios del petróleo. El desplome de la demanda significa que tendrá dificultades para vender su crudo, aunque sea barato.

Crucialmente, el aliado occidental clave de Arabia Saudita sigue siendo Estados Unidos, y especialmente Trump. Con las elecciones presidenciales de noviembre en el horizonte, Riad puede temer lo que significaría una victoria demócrata para las relaciones con Irán, su principal rival regional.

Trump ha emitido amenazas poco veladas que sugieren que podría tomar represalias contra el reino si no acepta un acuerdo. Las compañías de crudo lo han presionado por una respuesta agresiva, incluida una suspensión de la ayuda militar al país árabe. Finalmente, el colapso de la demanda podría forzar la mano de Riad. «De una forma u otra, el suministro de petróleo de Arabia Saudita estaba a punto de caer porque no hay demanda», indicó Olivier Jakob de PetroMatrix, una consultora.

Abril 3, 2020

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